sábado, 22 de julio de 2017

Una posverdad?


Parece que “posverdad” sea una palabra nueva que planea sobre casi todos los folios dedicados a la escritura. Hay que hacerle un hueco en nuestras frases, hay que ponerla en nuestros discursos para actualizarlos y quitarles así el polvo que evidencia una crisis de creatividad que se arrastra desde hace ya unos años.

La posverdad o la “mentira piadosa” es algo que ha existido siempre y que tiene su eficacia sobretodo cuando consigue la categoría de “versión oficial”. Siempre hay una intencionalidad en la mentira, una búsqueda de un beneficio del tipo que sea a cambio de ofrecer un escenario inexistente, a cambio de un abuso de confianza. Sólo se puede mentir a quien confía en el generador de falsedades. De todas maneras, parece que la palabra “posverdad” conlleva una carga semántica un poco distinta que la de la palabra “mentira”. Mientras que la mentira se aprovecha de la confianza de alguien para ocultarle alguna cosa (como no decirle a quien se le está pidiendo dinero que se tienen deudas suficientes como para pensar que no se podrá devolver el préstamo en el plazo acordado), la posverdad se aprovecha de la necesidad de creer algo concreto por parte de un segmento de la población. Estos grupos diana de la posverdad están dispuestos a dar un valor de certeza a algo a todas luces falso mientras que esté revestido de autoridad y apoyen sus creencias. Se puede poner de ejemplo las campañas electorales, la mayoría acepta que son mentira pero, se votan las promesas electorales que más se adapten a la manera de sentir de cada cual, las que menos tensión generen. De todas maneras, este dejar dormir a las conciencias sin sobresaltos, no es gratis. La aceptación y defensa de posverdades pone en marcha una cascada de mentiras que se agregan, una vez filtradas y etiquetadas con un “megusta”, para estructurar una realidad paralela más agradable a los sentidos pero, sin ningún viso de realidad. No importa que la realidad que se viva sea ficticia si esta se vive de forma coral. Lo importante es que la mayoría acepte que comparten una misma vivencia generadora de opinión.

Puede considerarse un ejemplo de posverdad el tratamiento mediático de la muerte de Rita Barberá. El 23 de noviembre de 2016, casi todos los periódicos de mayor tradición publican el mismo titular y la misma nota de agencia, “Rita Barberá muere de un infarto en un hotel de Madrid” (El país, El Mundo, La Vanguardia). En estas noticias, se echa de menos la mirada crítica de algún redactor pero, estamos en la época del copiar y pegar. No siendo suficiente esta afirmación, al día siguiente (El País, 24-noviembre-2016) reitera y amplía la información añadiendo que “la autopsia ha confirmado la parada cardíaca como causa de la muerte”. Las “autopsias” no confirman ninguna parada cardíaca ya que estas sólo se hacen si se ha demostrado esta parada previamente. A nadie le abren en canal para ver si aún está vivo. Se puede suponer que con este resultado de la “autopsia” se refieren al infarto que decían el día anterior. Un infarto que sea causa de muerte no se puede diagnosticar en una autopsia ya que tarda varias horas (con el paciente vivo) en hacerse detectable. Tampoco se pudo diagnosticar un infarto por quienes la atendieron ya que Barberá estaba en parada cardiorrespiratoria cuando llegaron los facultativos del Summa (para diagnosticar un infarto mediante electrocardiografía, es necesario que el corazón siga latiendo). Parece que hay que buscar razones que demuestren, de alguna manera, una causa natural de muerte. A todas estas imprecisiones se añade el testimonio de las “fuentes policiales” para evitar dudas sobre las causas de la muerte. Así, estas fuentes afirman que “se encontraron en la habitación unas pastillas para la dolencia cardíaca”. Estas pastillas eran unos antihipertensivos de uso muy general. Aunque es cierto que la hipertensión arterial es un factor de riesgo de infarto, también es cierto que la mayoría de los hipertensos que se tratan no acaban de esta manera.

Esta cascada de imprecisiones, todas iguales, y el intento de escapar de las explicaciones técnicas dan la sensación de que hay una voluntad mayoritaria de ofrecer una explicación plausible y acabar con el tema lo más rápido que se pueda. Parece que Barberá se estaba volviendo incómoda. En ningún momento se intenta buscar la reproducción fiel de esta muerte en los resultados ofrecidos por los técnicos, más bien parece que se busca llenar el espacio dialéctico social durante el tiempo que dure la expectación por el caso. Rita debía llegar pronto al punto de saturación informativa. También la clase política tuvo que colaborar al relleno informativo con perlas del estilo “fué una magnífica política y una mujer honesta” (D. Cospedal) o las palabras de Rajoy que se refieren a ella como “una buena persona, decente y trabajadora” (El Mundo, 5-febrero-2017), parece que deberíamos redefinir todos estos calificativos. Palabras tiernas que niegan cualquier acoso político y permiten al PP seguir apuntando a la presión mediática que sufrió Barberá desde que fue imputada, como una de las causas de su muerte (La Vanguardia, 6-febrero-2017). Es cierto que hacía poco más de un día que había declarado en el Tribunal Supremo por su presunta vinculación en una operación de blanqueo de dinero del PP valenciano. Aunque parece que esta contigüidad temporal entre su muerte y su declaración y su posible disponibilidad a “tirar de la manta” no tengan mucho que ver. La verdad es que la muerte de Rita ha emborronado su declaración. Parece que esta versión dejaba en entredicho a la prensa amiga de las estructuras de poder y al propio gobierno con el fantasma del acoso planeando. Tenían la ventaja del desprestigio que últimamente teñía el nombre de Barberá. Hasta en plena borrachera la habían mostrado al público. Rita empezaba a caer mal a la gente, era fácil empezar un juicio popular paralelo pero, salvando a las instituciones. Así, el 5 de febrero “El Mundo” afirma que “a Rita la mató su hígado” según el informe médico definitivo de la autopsia al que ha accedido, en exclusiva, “Crónica”. Informe del que no hay ninguna cita literal en ninguna información y sólo se pueden encontrar versiones explicativas de los hechos como la que aporta “La Vanguardia” al día siguiente afirmando que Rita Barberá fallece de un fallo hepático y que “además extrajeron gran cantidad de líquido infeccioso de su cuerpo”. No parece que estas palabras puedan formar parte de ningún informe forense pero, sirven para trasladar la responsabilidad de su muerte a la propia Rita ya que una de las causas de la cirrosis hepática que padecía Rita es el alcoholismo. De todas maneras, el fallo hepático no se considera una causa de muerte súbita. No parece que la sepsis que se insinúa como causa de muerte hubieran permitido su declaración en el Tribunal Supremo menos de dos días antes. Aunque hubiera tropezado cuando inició su declaración tal como afirma el Mundo. Un traspiés no se considera un signo de coma hepático. Este periódico, añade que la autopsia definitiva demuestra que no murió a causa de la presión mediática ni del acoso político aunque el PP había cumplido recientemente con las exigencias de Albert Ribera de hacer que Rita abandonara su escaño en el Senado a cambio del apoyo de su grupo político en la investidura de Rajoy. “El Mundo” concluye que “con el informe forense en la mano (que nadie ha podido leer) se descartan las hipótesis de conspiración y homicidio”. Y la vida continua. Seguro que todas estas afirmaciones son verdaderas, pero hay cosas que se escapan y posibles preguntas sin responder. No hay que acusar a nadie de manera gratuita pero, tampoco es necesario que se acepte cualquier cosa.


Desde luego que Rita tenía indicios de delito en sus actuaciones pero, parece que en democracia, todo el mundo tiene derecho a un juicio justo. Y Rita tuvo un juicio rápido. También cabe la pregunta sobre si la muerte de Rita podía beneficiar a alguien o si Rita aportaba más valor a los suyos muerta que viva. Parece que también deberían aclararse estas cuestiones. Aclaraciones que deberían darse con la misma celeridad con la que se intenta borrar su nombre de los espacios públicos. Nunca más se ha vuelto a hablar de ella. Nadie ha dado valor a las repetidas amenazas anónimas de muerte que sufría Rita desde enero de 2015. La última la había recibido hacía pocos días y le daba un plazo de vida hasta el 1 de diciembre. El Ministerio del Interior sabía esto y también sabía que Rita estaba asustada y que temía por su vida. Así, el último mensaje de su teléfono móvil está dirigido a un alto cargo de interior: “Simplemente recordarte de la nueva carta de amenaza que he recibido. Esta vez me dan un plazo hasta el día 1...”. Tantas prisas con eliminar a Barberá del escenario público deja un rastro de dudas sobre si la maquinaria del Estado dispone de medios de intimidación y utiliza recursos públicos para llevarlos a cabo. Parece bastante grave esta situación y no debería taparse con un “fallo hepático”.   

sábado, 15 de julio de 2017

domingo, 9 de julio de 2017

Alegría

Alegría

Para expresar lo que siento
no usaré versos gongorinos,
ni frases prestadas,
ni rimas ajenas,
ni palabras de otros siglos.

Para cantar alegrías dejo
el pie quebrado para llorar
a muertos desconocidos
y los sonetos para usar de las palabras
haciendo malabarismos.

No dejaré que una cadencia
se lleve las sonrisas,
ni que una rima
fuerce un gesto
ni que la métrica marque el tiempo
para hacer lo que más quiero.

Me gusta trabajar y no hacer nada,
me gusta pintar e ir de paseo
me gusta hacer el perro.
Me gusta estar con los amigos,
me encanta soñar y hablar con ellos.
Me gusta escribir y ver colores,
me gusta gustar y que me ignoren,
sentir y que me sientan,
me gusta cerrar puertas abiertas.

Me encanta robar sonrisas y canciones,
me gusta el calor de una lágrima,
me gustan los refugios y el desierto,
ver las cosas de frente, lo difícil que es vivir
y sentir que puedo.




domingo, 25 de junio de 2017

Narración 13

Unos ahorros

Nunca he tenido una querencia manifiesta por la práctica del ahorro. La táctica de guardar trozos y restos no forma parte de ninguna proyección natural de mi carácter. Además, el cultivo de este arte no me proporciona ninguna sensación de seguridad para planificar el futuro y más bien se convierte en un peso que obstaculiza los gestos anticipatorios de cualquier naturaleza. Y es que cualquier cosa se convierte en una parte de muchas cosas al abandonar su función habitual y hacerse un sitio en alguno de los montones de sin sentidos escondidos en las casas.

De vez en cuando, nuestra intolerancia al tamo nos acerca a alguno de estos montones con la intención de hacer limpieza. Nos encontramos con basura evocadora del pasado, con todo un festival de apegos materializados en una bolsa de plástico con el único centenar de piezas que quedan de un puzzle desaparecido de dos mil, fotografías con caras recortadas, recetas de cocina para microondas, camisetas, trozos de papel con frases de Risso que algún día fueron un intento de ampliación del horizonte de conclusiones, catálogos de muebles auxiliares, billetes de tren a ninguna parte, bolsos con la cremallera rota, zapatillas sin cordones, libros sin portadas y con no todas las páginas pero, con anotaciones en los márgenes como historias subalternas. Montones que forman una narrativa compulsiva hecha con trozos de lo inmediato como si fuera un relato por entregas lleno de finales.

El sentido de esta afición acumulativa de basura con carga narrativa sólo la encuentro en la posibilidad de tener algo con que contar al inicio de cualquier experiencia vital y poder así, empezar la nueva experiencia desde el punto de acumulación. Acumulación que se presenta como una realidad dislocada y atemporal por la pérdida de su ubicación en el paisaje psicológico y la búsqueda constante de cada uno de los fragmentos de su lugar de origen. Se trata que la vida transcurra entre cúmulos de referencias transnarrativas. A veces, ahorro en muchos de mis gestos vitales con la intención de reciclar esfuerzos y de guardar aquello que pueda servir para otras veces. Es un ahorro inútil y suele acabarse cuando meto todo el montón en una bolsa de basura y, sin mirar lo que hay, lo tiro todo al contenedor. Todo un gesto de liberación. No parece necesario perder el tiempo con retales aunque los sigo amontonando. Creo que este hàbito de amontonar me fue inculcado por mis padres. Nacidos en los años treinta, hijos de la Guerra Civil e integrantes de la generación del silencio. Y es que la guerra quitó la voz a quienes no quitó la vida.

Mi infancia pasó entre armarios regados con naftalina. Aún no entiendo cómo manteníamos el sentido al ponernos los abrigos con aquel olor. Las estanterías estaban llenas de por si acasos como linternas, fusibles, cinta aislante y botellas de alcohol. En los cajones había ropa interior, trozos de papeles con anotaciones sin sentido, facturas de nada con las fechas borradas y las cartillas de los bancos que nos permitían vivir unos días si faltaban los ingresos. El placer de la cosa bien hecha lo daba conseguir hacerlo todo con un poco menos de lo previsto para guardar, como en una madriguera, el máximo de cosas para el invierno. También se ahorró con mi infancia que se quedó en uno de esos armarios, en la estantería de lo que podía haber sido.


Al principio no me di mucha cuenta de que me estaba calando hondo el hábito del ahorro. Todo consiste en recortar lo que sobresale para hacerlo encajar después, en cualquier parte y emborronar así las nuevas escenas vividas. En la nueva escenografía todo vale: retales de bloqueos, de propósitos y trozos de incapacidad. También empecé a guardar cartas y las firmas de quienes no las escribian, trozos de conversaciones y gritos no oídos, guardé malas palabras y la reescritura de las situaciones vividas. Ahorré lágrimas y risas anónimas, les puse un discurso prestado a aquellas bocas que se abrían y se cerraban, ahorré la iteración de los discursos diarios y así, pude recortar las obsesiones de mi madre y la ferocidad de mi padre. Con todos estos retales hice una escenografía con vivencias que otros vivieron y con lo que dijeron otras personas para explicarse. Y es que el ahorro permite vivir otras vidas que se vuelven reales con el paso del tiempo. Este es el verdadero arte de hacer montones, es una manera de ser feliz.      

lunes, 5 de junio de 2017

Arquitectura de la iniciació.

  Arquitectura de la iniciació.

Es proposa l'anàlisi d'un text sobre la construcció cinematogràfica d'un mite i la seva relació amb l'imaginari social des d'un punt de vista mitocrític. El text apunta el projecte de La gerra de les galàxies (George Lucas, 1977) com la proposta d'una nova mirada a l'èpica cavalleresca. Pel·lícula que presenta a personatges prototípics sense gaire complexitat psicològica que es desenvolupen al llarg d'una trama argumental de contrastos entre el que és bó i el que no ho és, sense admetre matisos. Així, Luke Skywalker, el jove protagonista, és cridat a l'aventura amb la visió d'una princesa demanant socors (p. 77). Aquest és el punt d'inici del ritual d'iniciació que segueix amb una partida, una iniciació i un retorn com heroi. 

La crida a l'aventura és una crida de l'amor. No sembla, però, la crida a un amor entre iguals que estableixi un espai dialèctic particular per poder ajudar-se mútuament en l'aprenentatge de la vida i en la presa de decisions consensuades. Aquesta crida sembla més aviat una crida a “fundar la llar” (p. 78) per tal que Skywalker pugui mantenir la seva identitat i el rol que ha de desenvolupar. I és que Skaywalker s'inicia en el camí de ser l'heroi de la masculinitat, una masculinitat qüestionada avui en dia i que lluita per no perdre els seus rols tradicionals. Lucas proposa definir la identitat de gènere mirant cap a l'interior i mostrant les dones com objectes facilitadors dels seus propòsits. Així, la masculinitat és quelcom que es porta dintre i es descobreix a mesura que es va desplegant al llarg del camí iniciàtic. No és el producte d'un aprenentatge Inter generacional que va transmetent- se, de manera agregada, per la tria dels referents. I és que la masculinitat és quelcom que es té o no, sense matisos, de la mateixa manera que la trama argumental d'aquesta guerra iniciàtica. Al seu torn, el discurs femení sembla més conciliador amb el seu entorn. Molts dels discursos feministes de la segona meitat del segle XX afirmen que la manca de referents socials femenins dificulten la tria dels trets identitaris de gènere i proposen la creació d'un cànon de veus femenines que serveixin de referent (Riba, 2014: 37-72). 

Sembla difícil d'entendre que moltes de les dones que han vist la pel·lícula hagin pogut identificar-se amb els seus personatges femenins. Personatges sense veu pròpia que només representen un objecte de desig per tal de generar una rivalitat entre Luke i Han Solo. Rivalitat que serveix per desplegar dues tipologies heroiques netament diferenciades (p. 79) les quals coincideixen amb dos mites característics de la societat actual. Un d'aquests mites és Sísifo (Camus, 1985: 35-40) metàfora de l'esforç inútil, de qui s'enfronta contínuament a aquesta incomprensió. Sísifo està representat pel personatge de Han Solo, home condemnat a complir rutines cada cop més ràpides però rutines a la fi, ja que expressa el seu estat etern sense cap canvi. Per a Han, pilotar naus i la seducció de dones són característiques del seu estat natural  que vesteix una ètica de la quantitat i no de la qualitat. Aquest és l'absurd de la vida de Hans, la condemna a la iteració i a invertir totes les seves forces a estar sempre al mateix punt vital. Així, Han Solo es proposa una aventura centrada en el consum de plaers, com més millor, a l'estil dels models ja proposats per Hollywood en els personatges de Fairbanks, Flynn o Granger que representen els models primitius d'una figuració ingènua, divertida i flirtejadora (p. 79). L'altre mite que es pot trobar en La guerra de les galàxies és el mite de Narcís. El narcisisme postmodern es caracteritza per l’exclusió de l’altre i la negació a conèixer més enllà de les seves aparences, més enllà del seu sistema de domini. No té consciència social, està ofegat en el seu emmirallament (Barbosa, 2011). Es tracta d'un altre mite masculí que refusa la interacció social i construeix l'alteritat i els seus referents en la comprensió de la seva identitat, de les seves circumstàncies i en el descobriment de la divinitat que habita en l'interior de cada aventurer, i que no pot exhaurir-se en l'efimeritat d'una crida carnal (p. 78). I és que Skywalker no rebutja les dones, senzillament no les veu, ja que no cerca referents en les diferencies o semblances amb els demés per tal de definir-se respecte als altres, no es descobreix en la mirada aliena, Narcís es coneix mirant al seu interior. Per això sembla tan natural que les dones quedin fora del discurs, sense cap violència aparent. Però, les ocultacions d'elements de l'imaginari tenen una càrrega de significat de la mateixa magnitud que el que es magnifica (Franzone, 2005). D'aquesta manera es pot parlar d'herois i de no- heroïnes, d'una negació que no indica que no existeixin sinó que no tenen cabuda en l'ordre social. 

En la pel·lícula, l’escissió edípica entre un pare terrible i un fill que ignora els seus orígens (p. 83) de tradició protestant, dóna profunditat a la trama argumental tot oferint la resolució del passat en les aventures iniciàtiques. Així, no només hi ha una guerra que guanyar, també hi ha un passat a resoldre. I és que un heroi no pot tenir comptes pendents. 

Una de les funcions del cinema és la reformulació de personatges mítics i la seva perpetuació en l’imaginari col·lectiu. Aquesta funció del cinema, de la mateixa manera que altres mitjans de bescanvi simbòlic, presenten unes temàtiques recurrents i adaptables a diferents discursos amb la finalitat de donar validesa a fets de la vida diària que puguin trobar un paral·lelisme amb el prototip imaginari construït a base d’herois. D’aquesta manera, el misticisme, la iniciació, la figuració paternofilial que és a la base del cinema èpic dels anys vuitanta, (p. 87) es pot trobar encara en el cinema d’avui. Aquestes són característiques molt útils en el moment actual, moment cada vegada més globalitzat i heterogeni (Fernández, 2010). Sembla que el cinema encaixa molt bé en la doble funció assignada als objectes comunicatius en els espais dialèctics: l’oferta de mites disposats com una cadena de figuracions que serveixin d’elements legitimadors dels discursos. La segona funció assignada al cinema és la de control social malgrat que, a vegades s’escapa. L’accés a poder fer alguna pel·lícula està restringit pel seu preu econòmic. És quelcom car i molt subjecte a subvencions que difícilment les podran obtenir qui no reforci, d’alguna manera els mites oficials.  

Bibliografia consultada

Barbosa, A. (2011) El arquetipo mítico de Narciso en la cultura posmoderna. Inventio 75- 83. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3953773.pdf

Camus, A. (1985) El mito de Sísifo. Alianza Editorial.

Fernandez Pichel, S. (2010) Mitos e imaginarios colectivos. FRAME 6:265- 284.

Franzone, M. (2005) Para pensar lo imaginario.Una breve lectura de Gilbert Durand.Alpha 21: 121- 137. http://dx.doi.org/10.4067/S0718-22012005000100008 


Riba Sanmarti, C. (2014) Maria-Mercè Marçal. L'escriptura permeable. Eumo Editorial. Pp 37- 72. 

A bigger splash de David Hockney, un comentari.

A bigger splash de David Hockney, un comentari.

http://www.tate.org.uk/art/images/work/T/T03/T03254_9.jpg


David Hockney neix a Bradford, Anglaterra el 1937. Les seves primeres obres són d'inspiració expressionista. Després, va desenvolupar una versió del Pop Art nord americà tocat per la cultura anglesa amb elements irònics i lúdics que donen veu pròpia a l’obra de Hockney. 

Hockney viatja a Nova York a l’edat de 24 anys i coneix Andy Warhol i adopta el Pop Art que començava llavors a la Factory. El pintor decideix anar a viure a Los Angeles, Califòrnia atret pel seu clima i el seu ambient lliberal sense tanta homofòbia (a Anglaterra encara era il·legal l’homosexualitat). Hockney viu entre Califòrnia i Nova York fins els anys 70 que torna a fixar la seva residència a Londres. 

Entre les obres de la etapa californiana destaca la sèrie dedicada a les piscines pintades amb color lluminosos. En el centre del quadre de títol A bigger splash es veu l’esquitxada que es produeix quan es tira algú a l’aigua però, no hi ha ningú. Aquesta imatge genera un sentiment de solitud inquietant que pot trobar una explicació en el fet que aquest quadre es va pintar quan va marxar Peter Schlesinger de la vida de Hockney. L’ splash té tres funcions diferenciades: una funció informativa que fa referència a la realitat del pintor, al seu escenari, a la casa d’estil minimalista amb piscina, al jardí i a l’ambient plàcid i ordenat. La funció comunicativa es pot trobar en l’esquitxada d’aigua que hi ha al centre del quadre provocada per una persona que es tira del trampolí però, aquesta vegada no hi ha ningú. Aquesta absència no fa cercar amb la mirada un possible amagatall sinó que transmet un sentiment d’inquietud. La simplicitat de la composició del quadre convida a no cercar a qui no hi és i a centrar- se en el concepte d’absència. La funció reflexiva d’una imatge pot enunciar- se com el seu poder evocador i d’activació de la reflexió empàtica sobre una temàtica concreta. Aquest splash convida a reflexionar sobre l’enyor i la solitud malgrat que no hagi canviat res de l’escenari vital. 

La pintura està formada per diferents elements que ambienten una escena d’un dia càlid i solejat a la piscina. La casa té vidrieres sense una porta visible la qual cosa augmenta més la funció de separació del tipus dintre/ fora, com si es tractés de dos mons diferents. A fora de la casa hi ha una cadira d’estudi buida i al fons es veuen dues palmeres, fora de la casa. Aquestes palmeres es poden interpretar com un símbol del passat, de qui va viure a la casa, una parella tranquil·la d’iguals. El groc del trampolí i la seva ubicació en primer pla dirigeixen la mirada de l’espectador cap a l’esquitxada d’aigua de la piscina. Seguint amb la mirada, s’ arriba a una cadira que no és de jardí. La cadira és buida. La casa és fosca i les vidrieres són tancades. Sembla que qui omplia la piscina de vida , ocupava la cadira de l’estudi i entrava i sortia de la casa, ha marxat definitivament. Només queda el record. 

En la composició de la imatge es pot observar el compliment d’algunes lleis de la Gestalt. La llei de la percepció relaciona la forma amb el fons. En el quadre, la simplicitat de les formes i la seva superposició en diferents plans fan que aquestes siguin el fons en un pla i la figura en un altre. Aquest efecte dirigeix la mirada sobre la imatge com si fos un fil narratiu. En el quadre, la llei de la proximitat agrupa escenes amb un motiu central com la piscina amb el trampolí, la porta de la casa amb la cadira. D’aquesta manera, es pot interpretar com un conjunt d’escenes aïllades que poden correspondre a diferents moments en el temps. La llei de la clausura acompanya als diferents escenaris: la casa, la piscina, el trampolí i la paret del fons. Aquestes formes inacabades obliguen a parar la mirada per tal d’acabar el que no es veu de l’escena. Això dona una sensació de solitud agregada. No hi ha possibilitat de diàleg. 

La imatge està emmarcada segons el paisatge psicològic del pintor. Els diferents marcs es poden entendre com delimitadors de diferents discursos amb una frontera que delimita el món objectiu del subjectiu. Així, per fora del quadre es pot trobar el marc de l’objectivitat (el quadre es pot classificar de realista). Des de aquesta frontera (fora/ dins de la pintura) es van enllaçant diferents discursos subjectius que deixen entreveure que ara ja no és el que es mostra en la pintura. Es veuen accions humanes però sense cap figura. I és que Hockney es va quedar sense un dels seus models preferits. 


L’espai i el temps de la imatge també aporten una càrrega de significat en la seva interpretació. La pintura presenta una visió en perspectiva com si l’observador fos a dalt del trampolí. En aquest cas es pot parlar d’un espai de món visualque ens fa participar de la narrativa de la imatge. Aquesta imatge no es veu des de lluny, no es pot parlar d’un camp visual, ja que la intenció del pintor és la de fer-nos participar dels seus sentiments. Referent al temps, com que es tracta d’una imatge realista es pot dir que representa un instant. Instant format per diferents escenes. Diferents instants que s’apleguen per estructurar una sensació única que es pot sentir quan pugem al trampolí. 

El consumisme segons les normes socials

El consumisme segons les normes socials



Les normes socials indiquen a les persones la conducta adequada en situacions determinades dintre d'un grup social. A més, permeten una anticipació de la resposta cap als altres. Les normes estan lligades a la identitat de les persones i estan regulades per sancions i recompenses. Així, es pot apuntar que una norma seria el resultat d'un procés progressiu i funcional de determinació col·lectiva de percepcions i judicis compartits. No sempre les normes socials ajuden a la fluïdesa de la vida quotidiana i perquè això sigui així, el procés de normalització ha de ser un agregat de les veus dels diferents grups d'integrants d'una societat que estableixen un diàleg en un mercat dialèctic definit per les lleis de la "competència perfecta". D'aquesta manera, una norma seria el producte d'un intercanvi simbòlic de reciprocitat igualitària i la seva validesa, el seu reconeixement per tots els integrants del grup social, (G. Vatinno(2003):En torno a la posmodernidad. Anthropos, pp 34-38) es podria trobar en la seva enunciació mateixa. De normes socials així construïdes n'hi ha molt poques. Moltes d'aquestes normes neixen com sistemes de domini entre grups socials amb interessos ocults, no dits. Això provoca que els efectes de les normes moltes vegades siguin erràtics, patologitzant i fins i tot perversos. En el reportatge Consumismo made in Spain (http://www.rtve.es/noticias/20080314/consumismo-made-in-spain/3351.shtml) es poden trobar exemples de normes socials amb uns resultats poc satisfactoris per a determinats grups socials mentre que per altres representen una font d'ingressos. Una norma social que pot tenir una doble lectura segons qui la interpreti és la manera de disposar la roba als aparadors i la seva propaganda al carrer. Per als comerciants són normes explícites, ja que segueixen les disposicions legals dels ajuntaments i els dictats de les tècniques de màrqueting. Per al consumidor, aquest escenari pot representar la possibilitat de ser més desitjable socialment i de sentir-se importants i valorats amb l'acte de la compra. La compradora del documental segueix la norma implícita de comprar tot el que veu. Una situació semblant es pot trobar en les imatges de la teràpia de grup de les noies amb anorèxia. La terapeuta segueix les normes socials explícites de comportament per al seu rol professional i les noies mostren el dolor d'haver de trencar amb la norma social implícita que les fa acceptables socialment si modifiquen el seu esquema corporal.

Es pot definir com una persona normal aquella que segueix les normes implícites per a les diferents situacions de la vida. Les normes socials estan organitzades en sistemes de normes jerarquitzats i definides per a un context determinat. La persona que no segueix aquesta jerarquia normativa es cataloga d'anormal amb diferents graus de gravetat però sol qüestionar- se la identitat de qui no ha seguit la norma. El documental presenta el seguiment d'unes suposades normes socials que portades a un extrem poden considerar-se malalties mentals. La cerca de satisfacció en les compres, el manteniment d'una imatge corporal adequada al rol que es vol representar i la gran oferta de productes en mercats saturats són normes que mantenen els estats capitalistes. Cal que cadascú faci la seva aportació al consumisme. Quan els actes de compra es converteixen en una obsessió i representa un problema econòmic per la persona, llavors es parla de malaltia, es parla d'addicció a les compres. En aquest cas, no s'ha deixat d'acomplir una norma, només ha estat un problema de mesura en el seu seguiment. Problema que posa en evidència els imperatius dictats pel sistema i que dificulten els mecanismes d'interiorització de les normes.

Els problemes derivats del consumisme, addicció a les compres i trastorns d'alimentació, són més freqüents en dones malgrat que no sembla un problema lligat al cromosoma X ni a un estat hormonal concret. Es pot dir que és més aviat l'efecte d'un procés de categorització social. La identitat femenina es construeix sense referents femenins i s'estructura segons un rol assignat pels grups dominants. Les dones no han de ser dones, han de ser desitjables i han d'agradar. Això provoca una menor autoestima, més inseguretat i menys opcions d'acció que fa a les dones més vulnerables a determinades formes de control de l'ansietat. Un altre element que afecta més a les dones és la por a quedar exclosos del grup social si no es segueixen les seves normes. La veu de les dones és molt poc normativa en un entorn social individualitzador i que fomenta el narcisisme. També cal tenir en compte que les dones tenen un poder adquisitiu més baix que el dels homes i, per tant, és més fàcil que es presenti en elles aquesta problemàtica. Cal afegir que en la construcció de la identitat sexual hi ha una pressió exercida pels mitjans de comunicació massius en la presentació d'un rol del sexe femení concret: l'eliminació de les presentadores de més edat dels programes de televisió, el rebuig de dones obeses en cartells i en llocs públics, les actrius de més edat en papers de dolentes o en papers que ridiculitzen les dones, la publicitat de roba i de tractaments que allarguen el període de vida social, els cartells de propaganda electoral amb candidates operades i vestides de disseny, etc. invisibilitzen la realitat social femenina i només presenten com a femení allò que és agradable als grups socials de més poder. D'aquesta manera, els mitjans de comunicació exerceixen una funció de reforç de les normes socials junt amb un segon efecte, més disfuncional, de generar una certa passivitat davant dels seus enunciats.

Les grans empreses properes al poder polític i econòmic, després de tancar les unitats de producció dels països occidentals i empobrir a la seva població, proposen un model de producció i de comerç del tèxtil centrat en l'explotació laboral, preus baixos i fragmentació del consum tot seguint una oferta constant de novetats. Aquest model de negoci centrat en el consum predador, només és sensible al seu creixement i per tant resulta insostenible, es veu reforçat per diferents campanyes publicitàries. Això ajuda a l'acceptació per part de la majoria de la població, ja que proporciona un plaer immediat en l'acte de la compra i afavoreix la identificació amb líders populars (
http://www.elmundo.es/papel/historias/2015/11/20/564b1b35ca474179578b45c4.html). D'aquesta manera, l'aparença personal que proporciona el seguiment de la moda és el reflex d'un estil de vida concret i desitjat. La majoria dels compradors no són conscients que aquest sistema de consum és tòxic i provoca efectes indesitjables als treballadors i al medi ambient. És com viure a Disneyland.

També hi ha una veu crítica, la d'una minoria creixent que proposa alternatives sostenibles al consum de roba barata (http://www.lamarea.com/2015/11/21/otra-moda-posible/) amb propostes de menys quantitat i més qualitat, mercats de segona mà, consum col·laboratiu, etc. L'inconvenient és que el convenciment per part de la minoria obliga a una presa de consciència del preu social i ambiental que suposa aquest tipus de consum.

El valor dominant en la nostra societat ja no és maximitzar el consum (que és una quantitat finita) sinó la declaració de l'obsolescència dels productes a l'inici de la seva vida útil. No sembla que la majoria dels practicants del shoping siguin conscients del preu real de les seves decisions i sembla que hi ha un cert conformisme orquestrat pels mitjans de comunicació que fan mirar només l'estètica i el benefici personal d'una necessitat fictícia. L'atenció dirigida del consumidor cap l'objecte de desig obliga a tancar els ulls davant els aspectes més foscos del sector del tèxtil. L'obtenció de plaer en els actes de compra fa la resta. Hi ha una minoria, però, de tipus nòmica amb accés als mitjans de comunicació que proposen opcions per gestos de consum minimitzadors del cost social. Aquest accés a determinats mitjans de comunicació és important per tal de donar publicitat a la problemàtica real, ja que mentre només es disposi de les informacions donades pels fabricants, no es pot conèixer la realitat i, a més, aquests espais d'informació obren espais dialèctics en la frontera entre l'estil de consum i el de fabricació. Una d'aquestes propostes (http://blogs.elpais.com/eco-lab/2012/01/consumo-colaborativo-cuantas-cosas-poseemos.html) és el consum col·laboratiu que consisteix a compartir i a canviar objectes. Aquesta proposta té l'avantatge que no obliga a un canvi estructural de l'estil de vida i és compatible amb la pressió consumista malgrat que generi una economia paral·lela que pot ajudar a millorar la situació de molta gent. Tot això distorsiona les vivències fins al punt d'arribar a viure en un conflicte constant o dissonància cognitiva.

Un exemple de dissonància cognitiva pot ser el fet del conflicte que es presenta en el mateix acte de la compra (http://www.vanitatis.elconfidencial.com/estilo/moda/2015-04-08/compras-orgasmicas-o-como-es-tu-cerebro-el-que-te-obliga-a-comprar-en-zara_750730/). El plaer d'adquirir un nou objecte que proporcioni una imatge més d'acord amb l'estètica del moment, té un cost d'oportunitat que es tradueix, en termes econòmics, en tot el que cal renunciar per poder tenir una cosa concreta. Reflexionar sobre això implica no tenir comportaments compulsius i valorar els beneficis de les diferents opcions. Aquesta tensió generada per les dues alternatives (comprar i no comprar) fa que la major part dels consumidors optin per comprar coses de baix preu per tal de minimitzar la tensió generada.

Un altre exemple és el cost social d'aquesta estructura de consum. Si en comptes de les etiquetes veiéssim una imatge de les fàbriques, potser no compraríem moltes coses. Però aquesta imatge del procés de producció no la veiem perquè s'ha negat per part del consumidor i, a més, la informació que dóna el fabricant sol ser opaca i ajuda a generar un cert autoengany de tal manera que no afecti les consciències dels consumidors. De totes maneres, la informació dels processos de fabricació i del tracte als treballadors està a l'abast de tothom. Així, la manera de resoldre aquesta dissonància (comprar el producte i rebutjar productes amb morts evitables) és ignorar el que hi ha darrere de l'etiqueta del fabricant.

Es tracta d'un paradigma de poder d'acord amb una jerarquia de disposicions legals establertes des de la Presidència de la Comunitat de Madrid. L'article 6 de la llei de dinamització comercial de la Comunitat de Madrid dóna llibertat absoluta d'horaris d'apertura dels comerços tot argumentant que es tracta d'una resposta a les necessitats dels consumidors ( http://politica.elpais.com/politica/2016/08/19/actualidad/1471606225_848100.html). El que també ha passat és el tancament de petits comerços i la precarització dels empleats del sector (encara més, si cap). Només les grans superfícies han sortit guanyant amb aquesta mesura. Els sindicats majoritaris i un grup d'organitzacions empresarials demanen la derogació d'aquesta llei (http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2016-07-12/asociaciones-piden-derogar-la-liberalizacion-de-horarios-en-madrid_963060/). En aquest cas, també es tracta d'un paradigma de poder però, les agències de poder s'uneixen per tal de fer front a les decisions de les escales més altes de la jerarquia. Els consumidors, no participen de la protesta. I no ho fan perquè l'imperatiu social és consumista. El consum creixent i la passivitat davant els actes de poder són les maneres d'actuar i d'obeir de la societat capitalista.

El primer poder de les nostres societats és l'econòmic. Ho pot demostrar, per exemple, el que la majoria va estar d'acord quan es va treure a molta gent de casa seva per no poder fer front als deutes i es va optar per "rescatar" als bancs (i molts d'ells unes quantes vegades). No es van sentir gaires veus a favor dels drets fonamentals. Sembla que el poder ens ha normalitzat mitjançant una oferta creixent de consum i la creació de necessitats artificials.

Hi ha una veu més crítica, però, en el sentit que mira i pondera els efectes col·laterals d'aquestes polítiques i proposa diverses solucions. Per exemple, per acabar amb l'obsolescència programada dels ginys electrònics (http://www.lavanguardia.com/vida/20160430/401471590078/nueva-ley-y-consumo-responsable-propuestas-ante-la-obsolescencia-programada.html) es proposa un doble paradigma: el jurídic amb unes lleis que prohibeixin a les empreses aquestes pràctiques malgrat que són pràctiques difícils de demostrar. També es proposa, de manera paral·lela un paradigma estratègic basat en l'educació de la població en el consum responsable i que sigui el consumidor qui exigeixi unes característiques determinades dels productes en el moment de la compra.

domingo, 8 de enero de 2017

Wellness



Wellness o “Badness”, una altra manera de binarisme social?

Sembla quelcom desitjable viure envoltats de benestar, és a dir, estar bé en tots els aspectes de les nostres vides però, això implica, moltes vegades encongir el nostre espai vital i no mirar cap a determinades direccions. També es pot pensar que en el món de les emocions no només hi ha la sensació de benestar i si només se cerca aquesta sensació es pot caure en una anestèsia emocional agradable. 

Socialment, hi ha una tipificació en forma de normes socials que es poden identificar com “conductes generadores de salut”. Normes socials molt interioritzades, ja que tothom pot reconèixer- les sense necessitat de contrastar- les amb estadístiques ni estudis prospectius d'anàlisis factorials. Només cal algú que parli amb un “fraseig” bonic per tal de convencer-nos i moltes vegades no es troba el benestar sinó que es troba una situació de menys ansietat per un esborronament de la culpabilitat. 

Sembla quelcom desitjable trobar-se bé a tots els nivells: físic, psíquic i emocional. Tampoc sembla difícil adoptar diverses pautes de salut malgrat que la seva pràctica pot neurotitzar una mica en el sentit que obliga a ritualitzar conductes automatitzades com beure, menjar i relacionar-se amb els altres, “sempre tan positius”. Jo mateixa m'he sorprès adoptant conductes sense “gaire bon gust però bones per a la meva salut”. No incloc com a exemple la meditació que faig cada matí per tal de posar ordre mental i poder donar coherència a les meves actituds. Ho faria igual si fos una pràctica nociva. El que sí que es pot considerar una norma explícita és el fet d'anar al gimnàs dos dies per setmana, corro a la cinta fins que sento que em surten els ulls del crani. De manera implícita, per relaxar-me, cerco llocs tranquils on poder llegir o pintar, a vegades, també poso música suau. També adopto actituds que són contràries al “wellness”com treballar 24 hores seguides a un servei d'urgències i inflar-me de menjar croissants per tal de reduir l'ansietat. Aquesta és una norma implícita que no és saludable. També hi ha normes explícites que he trencat per voluntat pròpia com la de no seguir dietes per mantenir-me dins del rang ideal de pes. 

Alguns autors (La Vanguardia, 05-07-2016) afirmen que la pràctica del “wellness” és un imperatiu social que allunya a les persones dels problemes generats per un capitalisme brutal i agonitzant, ja que els fa ocupar-se d'ells mateixos totes les hores del dia i, a més, aquesta cerca continua de benestar deixa una empremta en l'aspecte físic i en la manera d'interactuar amb els altres. D'aquesta manera, es genera un sentiment de culpa dels fracassos personals a aquelles persones que no mostren les petjades que deixa el pas de la salut per les nostres vides.

Amb aquestes noves obligacions socials, no provoca cap sensació d'estranyesa el discurs de determinats governants que acusen de ser mals ciutadans als aturats o als qui pateixen determinades malalties. Altres fets que donen suport a la perversió del “wellness” poden ser la negativa a operar del cor a la sanitat pública a pacients fumadors, ja que són pacients que augmenten el risc cardiovascular de manera voluntària o la retirada dels usuaris de les Residències del sistema públic de salut assignant-lis metges generalistes d'una mútua propietat de familiars de governants.

Sembla que cada cop es pot arraconar més i més lluny de la vida pública i dels pressupostos a tots aquells que no ofereixin una imatge amable amb la societat. I és que el cos i les seves diferències està subordinat al llenguatge interpretatiu dels altres (Foucault, 1980). És a dir que per més temps i esforços que s'inverteixin en la construcció del jo, el seu significat i valoració depenen del criteri aliè. Això també implica que el valor simbòlic del cos així com l'ordre simbòlic i jeràrquic dels diferents significats es pot subvertir amb la seva modificació. Cal tenir present que l'ordre social és jeràrquic i genera forces que s'oposen als canvis. Les “agències” només modifiquen el sentit de les seves forces si els canvis que provoquen ajuden a una adaptació més gran dels seus integrants i per tant, a una major estabilitat. Estabilitat entesa com a immobilisme que és l'estat ideal per perpetuar uns poders concrets. 

Malgrat que ja hi ha alguna escletxa en l'imaginari col·lectiu que permet qüestionar el binarisme sense gradacions a l'hora d'etiquetar els trets identitaris, aquest binarisme, en forma de parells oposats de qualificatius, encara existeix en la contextualització de les escenes socials. Així, qui no és home és dona, qui no és gran és jove i qui no és saludables està malalt. Aquest pot ser un motiu del triomf de la filosofia “wellness”. Tothom les entén sense gaires raonaments encara que sempre quedi el dubte de si la realitat és tan categòrica o bé si aquest “integrisme” serveix per amagar alguns aspectes no gaire agradables de la vida, aspectes als quals hi estem tots abocats. 

Malgrat que el món actual permet la tria lliure d'estils de vida i de les identitats personals, cap cos pot sortir de dintre de la xarxa reguladora del poder. Focault (1980) descriu el cos com una unitat determinant de l'estructura social. El cos de Foucault està format per actes de superfície, evidents i simples, un cos construït pel llenguatge i dissolt per les idees en un lloc mental que conté una identitat (un jo) dissociada. Un jo que intenta ser una unitat però és un volum en constant desintegració. Així, en les relacions interpersonals, les pràctiques de modificació del cos s'interpreten com noves formes de subversió, com actes dirigits contra l'ordre social establert. Aquesta subversió és la força que intenta normalitzar les noves formes corporals per tal d'integrar al subjecte en el sistema regulador de poder o bé canviar aquest sistema (Rojas, 2011). 

Posteriorment a Foucault, Butler (2004) proposa un significat per aquesta alternança entre la dilució del jo i la seva reconstrucció tot afirmant que el jo és quelcom que flueix en el temps i es poden determinar maneres de ser i de fer sense la necessitat d'una identitat preestablerta. Butler apunta que la dilució del jo és el reflex d'una manca de capacitat del subjecte per actuar de manera voluntària, autònoma. L'autenticitat del jo anunciada d'aquesta manera implica la generació de polítiques públiques d'igualtat social. Així, la pràctica o no del “wellness” sembla més un imperatiu generador i mantenidor de les desigualtats socials. Tot consisteix a encarnar l'estereotip de l'èxit. Aquest estereotip, determinat per les agències de poder, marca una frontera entre el que és i el que no és desitjable. És una definició de criteris d'estar dintre o fora de l'estructura social. 

Hi ha grups socials que s'oposen a la “disciplina de normalización” dels cossos (http://diagonalperiodico.net/cuerpo/22353-cuerpo-como-espacio-disidencia.html). Aquesta oposició consisteix a fer sentir altres veus en els espais dialèctics de construcció del cos. Veus etiquetades amb l'autoanomenament mitjançant paraules despectives però dintre d'un discurs ennoblidor com “gorda” que a partir d'aquesta nova enunciació adopta una altra càrrega semàntica, ara “gorda” significa dissident del “wellness”. Aquesta pràctica de subvertir el significat pejoratiu de les paraules també ha estat utilitzant per altres grups com els LGTB. 

Per acabar amb aquesta reflexió, cal preguntar-se sobre els motius del discurs del cos com a forma de control social. Focault (1982) afirma que estem vivint en una nova forma de poder, el “biopoder” que ha transcendit la ritualització de la mort per convertir-se en una “societat disciplinària”. Ara, es calcula tècnicament la vida en forma de taxes de salut i d'interès nacional. Ara, no s'amplia el poder jurídic sinó que s'exerceixen unes forces socials en forma de projectes d'higiene pública i d'oferta d'estils de vida que regulen les conductes i psiquiatritzen el que consideren pervers. 


Bibliografia consultada

Butler, J. (2004) “Undoing gender”. Pp 213-225. Routledge, New York.

Foucault, M. (1980) “Historia de la sexualidad I”. Ed. Graal. 

Foucault, M.(1982) “Las relaciones de poder penetran los cuerpos”. A: “Microfísica del poder”. Pp 155- 160. La Piqueta, Madrid.

Rojas, E. (2011) “Among bodies, subjectivities, and performances”. A: “El cuerpo en mente”. M. Calafell i A. Pérez (eds.) pp 117-127. Editorial UOC, Barcelona.


miércoles, 4 de enero de 2017

soroll informatiu


El soroll informatiu

 

El “soroll informatiu” és l'excés d'informació provocat pel desordre entròpic d'un gran nombre de notícies. L'excés d'informació i la barreja de dades reals amb dades falses és una de les conseqüències negatives d'Internet. L'activitat informativa a la xarxa tendeix a la creació de falsos mites i a magnificar i a distorsionar la realitat (Albornoz, 2005).

 

També sembla que el soroll informatiu ajuda a percebre la realitat com un agregat de fets punctiformes aïllats del seu context on guanya pes el fet nou per sobre la gravetat dels fets en termes de costos socials, humans  i/ o econòmics. Per exemple, no hi ha gaire gent que pugui explicar el què està passant a Síria des de fa cinc anys malgrat que hi hagi notícies sobre aquest tema cada dia. Moltes notícies i molt parcel·lades.  Però, tal com apunta El Mundo (02-09-2016) la imatge del cadàver d'Aylan a la platja de Bodrum va fer la volta al món i va obligar a plantejar diverses estratègies polítiques sobre la minimització dels perills dels refugiats en la seva fugida. Un any després de la difusió d'aquesta fotografia, han mort, a la mateixa platja, 423 nens en les mateixes circumstàncies. No s'ha tornat a parlar més de la impotància de garantir un pas segur. I és que Internet, no només magnifica les notícies sinó també l'oblit.

 

Sembla que el periodisme es troba en un moment de canvi. De canvi d'estil en la manera de dir. És cert que el model de negoci del periodisme ha canviat i ara es basa en la publicitat. Això força a cercar audiència o lectors. Malgrat tot, cal seguir alguns postulats de “psicologia a la xarxa” per tal d'evitar determinades situacions. Per exemple, RT Televisió opta per contextualitzar la notícia amb fets anteriors per tal de minimitzar l'efecte de fragmentació de la realitat. Efecte propi d'Internet. També caldria evitar l'alarmisme tot intentant no utilitzar expressions que exagerin els fets com els titulars “Dinero o matamos a tu hijo” (20 Minutos, 28-09-2016) o “El timo del secuestro virtual llega a España” (El Mundo, 21-02-2015) sobretot si les amenaces són falses. També caldria evitar imatges impactants així com la dedicació d'un temps excessiu al tema.

 

L'ús de les TICs ha propiciat l'accés global a la informació, la cobertura instantània, la interactivitat i  els continguts multimèdia. Això posa en perill l'autenticitat dels continguts i la veracitat de les fonts. A tot això cal sumar hi la convergència creixent de la propietat dels mitjans de comunicació  amb una pèrdua paral·lela de la diversitat de les veus. En l'actualitat, la informació internacional està uniformada per menys de cinc agències que tenen el “monopoli” de l'actualitat (Pavlik, 2005). Les industries de la informació cerquen augmentar el volum de lectors i de beneficis i això ho aconsegueixen mitjançant un periodisme que cerca l'espectacle i l'entreteniment.

 

El “infotaintment” és la fusió d'informació i entreteniment: “..para quien sólo busque reir y pasar un rato divertido...” (La Sexta 2016) i es pot afegir amb un motiu que no hauria de ser objecte de riure, ja que hi ha moltes persones afectades per la corrupció. Aquest comentari va sorgir seguit del tractament humorístic que es va fer del nomenament de José Manuel Soria per al Banc Mundial. És una nota d'humor sobre un personatge públic però, aquest no és el motiu de la reflexió. Sobre el que cal reflexionar és si l'”infotaintment” s'està generalitzant de tal manera que ja és un tret característic del nou periodisme, sobretot a la televisió. Entre les notícies, la major part obtingudes d'agències de notícies i de manera més lenta que el que es pot obtindre de nou a les xarxes socials, es passen vídeos que tenen com únic aval les visites que acumulen a la xarxa i reben el mateix tractament que les notícies sense ser-ho. Tot això es tradueix en una pobresa informativa creixent (Junquera, 2014).

 

Periodistes com Olga Rodríguez i Rosa Calaf (Galindo, 2010a) afirmen que la societat es troba en una crisi d'identitat social que provoca immovilisme i conformisme. Això es tradueix en el fet que s'accepta qualsevol cosa que no remogui gaire les consciències. Hem posat a dormir a les consciències. De totes maneres, es pot pensar que aquesta infantilització de la societat és un replegament a la cerca de respostes i que algun dia serà necessari donar sentit a cadascuna de les peces del puzle creat per les TICs (Galindo, 2010b). Llavors, faran falta redactors que puguin narrar les històries tal com han passat. Redactors que puguin triar d'entre el caos digital allò que és rellevant i que puguin posar la mirada més enllà de la pantalla del seu ordinador. De moment, el discurs social té el seu mercat dialèctic a la xarxa i els blogs i les xarxes socials pugnen per aconseguir audiències d'acord amb l'impacte i a la novetat del que es presenta. Ara cal ser “viral”. Per exemple, a “lasexta.com” hi ha un apartat de notícies “virals”. Notícies sense cap transcendència com veure a Obama ballant un rap, la foto d'una aranya menjant- se un ratolí, etc. Aquestes “notícies” es trien per índexs d'audiència a la xarxa. Audiència, i això és el que preocupa, molt més elevada que l'apartat dedicat als “Papers de Panamà”. 

 

El periodisme ciutadà és la participació dels lectors o de no periodistes en l'estructuració de les notícies. Un cas de periodisme ciutadà recent és la narració en directe de l'atemptat de Niça (El País, 2016). En aquest cas, els fets s'anaven encadenant en una línia de temps que agregava les diferents aportacions. La velocitat de les xarxes socials va ajudar a donar resposta a l'avidesa d'informació del públic. L'èxit de la noticia i de la recollida de la informació en temps real rau en el fet que aquesta notícia  tracta de la narració d'uns fets objectivables i impactants i no de la seva explicació. En aquest cas és important la veu del redactor que pugui sintetitzar i unificar tantes veus alhora.

 

Quan es tracta de donar una noticia estructurada d'acord amb una selecció crítica de fets i opinions, malgrat que també hi tingui cabuda la veu del periodisme ciutadà, és més necessària la interpretació d'un redactor, ja que poden haver-hi més punts de divergència. Divergències provocades per els diferents imaginaris de les veus que concorren en la notícia (Lippman, 2003). Així, no s'interpretarà de la mateixa manera un procés judicial des de la posició dels afectats que la dels advocats, per exemple. Caldrà doncs, que els redactors recullin les diferents veus i donin coherència al procés narrat.

 

Sembla que es tendeix cap a fórmules mixtes de periodisme (Elola, 2010) en les quals les participacions individuals obriran noves vies narratives de tot allò que està al marge de la cultura predominant. Serà feina del redactor recollir aquesta informació i determinar les noves tendències.

 

Bibliografia consultada

 

A. Albornoz (2005). "Conclusiones de un estudio empírico: Las industrias culturales y las nuevas redes digitales". (http://www.portalcomunicacion.com/dialeg/paper/pdf/141_albornoz.pdf)

El Mundo (2016, 2 de setembre) "365 días y 423 niños desde Aylan".

Elola, J."La comandante blog".  (El País, 11.07.2010)

El País “Así ha sido el relato en directo del atentado en Niza y los días posteriores” (18-07-2016). Elpais.com

Galindo, J.C. "S.O.S: El reportero en vías de extinción". (El País, 25.09.2010a)

Galindo, J.C. ¿Quién necesita a los periodistas?". (El País, 24.09.2010b)

La Sexta (2016, 14 de setembre) "Wyoming, sobre la designación de Soria: "No lo eligieron a través de un concurso, lo eligieron con !el dedazo!". Lasexta.com

Lippman, W. (2003) "Capítol 1.- El mundo que nos rodea y las imágenes de nuestra mente". En: Walter Lippman. La opinión pública. p. 25-44. Madrid: Langre. ISBN 9788493238131

Junquera, N. "Infotainment". (El País, 27-08-2014).

 Pavlik, J.V. (2005)"Cómo entender el impacto de los nuevos medios sobre el periodismo". En: John V. Pavlik. El periodismo y los nuevos medios de comunicación. p. 13-22. Barcelona: Paidós. ISBN 9788449317309