Un adiós
Voy hacia el trabajo llena de recuerdos, de olores, de crujidos y de
risas que aún resuenan. Y es que esta noche pasada no he estado
sola. Ha sido noche de quererse, de confidencias, de reírse del
reloj y de dejar que nos sorprenda el día. Noche de reflejos, de
canciones, de cenar con la mesa bien puesta, de no mirar el móvil y
de no mirar la vida. Noche de búsqueda de lo clandestino que ha ido
dejando sus trazas en el hondón de las ojeras. Noche de avaricia del
sentido como si fuera la última. Hasta estas noches terminan con un
adiós.
Hoy me he dado cuenta que no siempre digo adiós de la misma manera.
Y es que no todos los “adioses” son iguales.
Hay despedidas vestidas de arrepentimiento, de las que hacen creer
que se ha hecho un esfuerzo inútil acudiendo a la cita. Cita en la
que hemos sido lo más impresentables posible y la hemos teñido de
gris, como si lloráramos hacia adentro. Sin embargo, hay despedidas
que hacen amarillear el día, que lo convierten en un día de oro.
Son el adiós de citas llenas de sonrisas que disponen las cosas como
una cadena de facilidades hacia el éxito. También hay despedidas
que aceleran el latido del corazón sin que hagamos movimiento
alguno. Son despedidas que obligan a echar el freno y a darle la
espalda a casi todo. Otras despedidas son trágicas y desgarradas
como golpes que descabalgan de la vida. Otras maneras de decir adiós
son liberadoras como deseos cumplidos. También hay despedidas
fingidas porque anuncian un nuevo encuentro y hay otras más alegres
porque han acabado con un desencuentro.
Hoy, al despedirme me he sentido feliz y eso que no hay despedidas
felices. Ha sido un regalo de los que hace la vida en el último
beso. Hoy he podido dejarme llevar por la cadencia de la voz que
quien me decía “adiós” al oído y he tenido de nuevo su
quererme. Y lo he tenido dos veces con el aire de su gesto forzado
resistiendo al sueño. Y lo he vuelto a tener una tercera vez cuando
he alargado este momento cerrando los ojos. Y me he quedado en la
calle, sola, bajo una lluvia de colores que me ha llevado más allá
de cualquier adiós.
No hay comentarios:
Publicar un comentario